martes, 20 de octubre de 2015

Santamarina, sin premio a su búsqueda



Pese a su incesante búsqueda, Ramón Santamarina no halló la manera de quebrar a Douglas Haig de Pergamino, adversario con el que igualó ayer 0-0 en el estadio San Martín, en el cotejo que cerró la 39na. fecha de la B Nacional.
El aurinegro fue dueño de la iniciativa durante buena parte del desarrollo, falló en algunas chances muy nítidas y cuando dispuso de un hombre más careció de la inventiva para vulnerar a Perafán. Todo ello lo obligó a contentarse con un punto, que le sabe a muy poco en su afán de reencontrarse con un triunfo que se le negó en sus últimas tres presentaciones.
Los de Coleoni mostraron sus ambiciones desde el arranque. Lastimaron con Curuchet sobre la banda derecha y se volvieron netamente dominadores cuando Arnaldo González, pasado el cuarto de hora inicial, comenzó a cobrar injerencia con sus arranques.
Douglas sufría en la zona media la presión de un rival que lo apretaba obligándolo a devolverle el balón casi de inmediato. Y apenas encontraba algo de respiro en la sapiencia de Moreno, el visitante que más mostró desde lo técnico en el césped del San Martín.
Dada esa limitación, a la visita el arco de Requena le quedó muy lejos, y en la etapa inicial apenas lo frecuentó con remates de media distancia que no arrojaron mayor zozobra para el “1” aurinegro.
Del otro lado, Santamarina estuvo mucho más cerca. Telechea despilfarró dos chances inmejorables, primero cabeceando mordido -en absoluta soledad- desde el punto penal tras un tiro de esquina y luego, de atropellada, elevando el balón de manera increíble tras un rebote dado por Perafán ante el intento de “Pitu” González (foto).
El vigoroso empuje del aurinegro mermó en el cuarto de hora final de la etapa, Douglas empardó la lucha en el medio, ganó en tenencia y, si bien no consiguió ser punzante, logró frenar los embates de su rival.
Era un Santamarina que iba de más a menos y, de algún modo, en el complemento se sostuvo la tendencia.
La expulsión de Tarabini, acaecida sobre el cuarto de hora, supuso un camino más allanado para el local. Sin embargo, la fluidez y profundidad de la que por momentos disfrutó en el primer período le dejó lugar a un andar mucho más monótono, carente de sorpresa y, en muchos casos, de precisión.
Ante el repliegue de un rival que valoraba cada vez más el empate, se jugó cerca de Perafán con mayor asiduidad pero ello no trajo consigo demasiadas acciones de riesgo. El “1” apenas se vio apremiado cuando voló hacia su izquierda para rechazar un tiro libre de Azcárate y al darle un puñetazo a la pelota antes de que la contacte Mariano González.
Coleoni buscó otras variantes mandando a la cancha a Michel y Hoyos, quien ingresó con la indicación de trabajar bien ceñido a la banda derecha, casi como un delantero más. El aurinegro se partió en dos, con prácticamente cuatro atacantes. Su permanente búsqueda por los costados derivó en recurrentes centros que, en general, no irradiaron peligro. Para colmo, su adelantamiento masivo implicó cederle espacios a un rival que no supo capitalizarlos, en ocasiones por adosarles pocos futbolistas a sus réplicas, y a menudo por apresuramiento.

Con esa tesitura se llegó a un final que dejó satisfechos a los pergaminenses y con cierto halo de preocupación a los tandilenses, que de cara a su eventual participación en el reducido siguen resignando unidades y desplegando actuaciones que no convencen.

Fuente: Diario El Eco

domingo, 11 de octubre de 2015

Dura caída del aurinegro

Los dirigidos por Coleoni cayeron por 2 a 1. Al minuto y medio de juego Fernández abrió el marcador y sobre los 23, Rivero puso el 2 a 0. En el minuto final del descuento, Pitu González marcó un golazo de tiro libre para colocar el descuento.


La tarde en Floresta no pintaba para lo que terminó siendo. Si bien en la segunda etapa del torneo todos los partidos han sido difíciles y complicados para Santamarina, la expectativa del encuentro ante All Boys abría una buena posibilidad para conseguir tres puntos de visitante ante un equipo necesitado que debía salir a jugársela, proponiendo espacios que, insisto en la previa, el aurinegro podría capitalizar.

Pero nada de eso pasó. Santamarina regaló un primer tiempo lleno de impresiciones, errores y carencias a la hora de generar fútbol.

El arranque del partido pareció una foto del paso aurinegro por Posadas. Primer pelota al área y gol. Centro de Mazurek, la defensa que no hace bien su trabajo y Fernández, el volante central gana de cabezá y descoloca a Requena que solo atinó a mirar como la pelota ingresaba manza sobre el palo izquierdo del golero. En algún momento se pensó que la pelota había rozado en Tucker pero luego las cámaras de tv certificarían que fue el "5", quien marcó el gol.

A partir de ahi, Santamarina jugó el peor primer tiempo de la temporada. Para no caerle a ningún jugador en particular habrá que decir que el medio campo no pudo tener el balón, que no se encontraron los caminos en ofensiva y los delanteros quedaron desconectados del equipo y que la defensa volvió a ofrecer muchas ventajas.

Santamarina cometió muchas faltas. Fue casi imposible contener a los volantes Mazurek y Jaime y solo por inoperancia propia All Boys no llegó antes al segundo gol.

Sobre los 23, Fredy González intentó dar un paso atrás para Requena y el envío quedó corto, Mazurek robó el balón y ante la salida del "1" tocó al medio para que Rivero empujara al gol con todo el arco a su disposición.

La tarde comenzaba a ponerse muy negra para Santamarina, ya que perdía 2 a 0 y el equipo no ofrecía respuestas.

El final del primer tiempo llegó y Coleoni entendió que debía mover la estantería. Hoyos, de muy mal primer tiempo, dejó la cancha y en su reemplazo ingresó Curuchet. El otro que dejó el terreno de juego fue Fredy González; a quien reemplazó Martín Michel.

La garra, el temperamento y la forma de ser de Michel rápidamente contagió a sus compañeros. Curuchet apareció intratable por derecha en el inicio del complemento y fue ahí que Santamarina mereció el descuento que no llegó.

Fueron 5 minutos en donde el aurinegro ahogó a su rival. Tres córners consecutivos y dos jugadas claras de gol que Losa, el arquero de All Boys evitó jugándose la ropa.

La actitud de Santamarina fue otra aunque a pesar de ese arranque un tiempo más tarde volvió a repetirse en errores.

De todos modos Michel y Cruchet le dieron el fútbol que faltó en la primera parte y entonces, Telechea tuvo un mano a mano que ganó Losa y más tarde el delantero de Balcarce rompió el travesaño con un zapatazo que mereció ser gol y poco después un cabezazo de Arraya, tras centro de Curuchet se fue por arriba.

No quiso entrar en el complemento y a pesar de jugar mal Santamarina generó chances como para descontar y empatarlo.

El descuento llegó sobre el final cuando Pitu fue víctima de una falta al borde del área. Telechea amagó pegarle y Pitu la colgó del ángulo superior del parante derecho de Losa.

No había más tiempo, a la salida del medio Pezzota, de buen arbitraje, marcó el final.-

martes, 6 de octubre de 2015

"Cuando le reclamé el penal, me dijo que era un "pancho" "



La frase corresponde al delantero de Ramón Santamarina, Fernando Telechea quien se mostró indignado y sorprendido por la actitud del árbitro Ramiro López, quien lo trato de "pancho", cuando éste le reclamó que la jugada que lo involucraba había sido penal.

La tarde del sábado en el San Martín no fue una más. Lamentablemente los árbitros designados para impartir justicia, aunque parezca cómica la frase, después de lo que pasó; cometieron errores garrafales que hasta llevan a sospechar que hubo mala intención.

Nadie podrá determinar nunca si hubo alguna mano negra que inclinó la balanza hacía uno de los lados. Lo cierto es que el juez Ramiro López, un tanto excedido de peso y lejos de todo tipo de jugadas, producto de no poder estar a la altura del encuentro desde el punto de vista físico, metió a Santamarina en un mar de nerviosismo innecesario.

Promediaban 20 minutos del primer tiempo cuando un defensor de Patronato dejó corto un pase a Bertoli y Telechea quedó mano a mano. En ese momento la pierna derecha del defensor, ante el imperioso intento de cerrar la jugada impacto sobre el pie derecho de Telechea, quien cayó al piso. Penal clarito como el agua, que López podria haber cobrado si hubiera estado a la altura del partido. Pero el árbitro, casi en la mitad de la cancha, optó por el "siga siga", y como contra partida en la réplica, Patronato convirttió un golazo de tiro libre.

El equipo aurinegro se llenó de nervios, el banco de suplentes también y a todo esto dentro de la cancha ante el reclamo del penal por parte de Telechea, el delantero recibió como respuesta del impresentable árbitro un "No seas pancho, que reclamas"..........

En el complemento otro penal enorme como una casa, ante una mano en el área, tampoco vista por López, terminó por enardecer a todos los presentes en el estadio. Menos los visitantes, obvio.-

Al termino del partido Fernando Telechea, dejaría estas frases;

"La verdad nos vamos muy mal. El árbitro se puede equivocar como cualquier persona pero de ahí que te falte el respeto diciéndome que era un "pancho" por reclamarle el penal, la verdad que duele pero bueno el sabrá lo que hace"

" Nos habló mal todo el partido por eso digo, se puede equivocar pero faltar el respeto ya es otra cosa"

" Uno trata de ser respetuoso dentro de la cancha y la verdad que contra el poder de dos tarjetas no podes hacer nada ante la falta de respeto"

"Hoy quedó en claro a quien hay que ayudar para que ascienda"


Por otro lado a lo largo del partido el cuarto árbitro se mostró muy celoso en el control del banco de suplentes aurinegro y quedó grabado entre los que por ahí andaban una frase que repetía constantemente; "Esto es AFA, esto es AFA"....

Lo que nadie entendió es si el muchacho al mencionar esa frase estaba tratando de explicar el accionar de sus colegas dentro de la cancha o si intentaba pedir algo subliminalmente, algún "regalito" o algún "arreglito"; ya que esas frases son sinónimo de "Somos AFA", la institución que rige a nuestro fútbol tan vapuleada y tan cuestionada a tal punto que algunos dirigentes dicen que para limpiarla habría que poner una bomba.

Lo cierto es que lo que sucedió en Tandil el sábado pasado y que tuvo como protagonista al juez Ramiro López, es lo que no queremos que le siga pasando a nuestro fútbol. Aunque tristemente el personaje en cuestión fue designado para dirigir de nuevo, lo que muestra a las claras que seguimos inmersos en el mismo lodo de siempre.-


Juan Casero